Amanecía un día de algarabía por las fiestas patronales en el municipio de Ayutla, San Marcos, donde algo importante estaba a punto de suceder.
En el horizonte, una estructura imponente se erguía, casi invisible entre la bruma de la mañana, pero con la promesa de algo mucho más grande. La nueva subestación eléctrica, que se había estado construyendo durante meses, finalmente estaba lista para ser inaugurada. Esa no sería solo una obra de infraestructura; sería la clave para mejorar la calidad de vida de miles de guatemaltecos, después de muchos años.
Desde que la idea comenzó a tomar forma, los habitantes del municipio ya intuían que este proyecto iba a cambiar las cosas. El suministro eléctrico en Tecún Umán, Ocós, La Blanca y Ayutla, aunque constante, nunca llegaba con la misma intensidad. Las luces titilaban, los electrodomésticos sufrían daños, y el trabajo de los pequeños empresarios locales se veía interrumpido sin previo aviso. La calidad de la energía, aunque presente, no era la mejor debido al crecimiento de la población que conlleva un incremento en el consumo.
Pero todo eso estaba a punto de cambiar. La inauguración de la nueva subestación eléctrica representaba una solución a esos inconvenientes. No era una subestación común. Era una obra de ingeniería que representaba el futuro, la conexión a un mundo más eficiente y sostenible.
A las 10 de la mañana, el escenario estaba preparado para lo que sería un evento memorable. Autoridades locales y de Gobierno, junto con los representantes de RECSA, empresa constructora de la obra, se preparaban para la inauguración de la obra que simbolizaría el inicio de una nueva era energética para el pueblo.
En su intervención, Paulo César Parra, gerente de ENERGUATE, con una sonrisa en el rostro, relató el arduo trabajo que había llevado construir esta subestación. “Este proyecto es mucho más que cables y transformadores. Es una promesa cumplida. Es energía para el futuro, una energía que no solo iluminará casas, sino que mejorará la calidad de vida de miles de personas en San Marcos y áreas cercanas.”
La subestación Tecún Umán no solo representa una solución técnica, sino un símbolo de esperanza para la comunidad. Una esperanza que, a partir de ahora, brillaría más fuerte gracias a la energía eléctrica que recorrería las líneas de transmisión, encendiendo el futuro de San Marcos con cada conexión.
El Ministro de Energía y Minas, Víctor Hugo Ventura, destacó que estas inversiones son fundamentales para promover el desarrollo del país y lograr la meta del Presidente Bernardo Arévalo de hacer realidad la universalización de la electricidad en Guatemala.
“Es importante contar con un suministro eléctrico seguro, confiable y asequible, trabajando de la mano Gobierno y sector privado”, dijo.
En la Subestación Eléctrica se invirtieron más de Q22 millones y proveerá energía eléctrica de calidad a más de 80 mil guatemaltecos.
Una subestación eléctrica es una instalación que juega un papel fundamental en la distribución de energía eléctrica. Su función principal es transformar, distribuir y regular el flujo de electricidad desde las grandes centrales generadoras hasta los usuarios finales, ya sean hogares, empresas o industrias.
Según datos del Ministerio de Energía y Minas el municipio de Ayutla, alcanzó un índice de cobertura eléctrica del 98.18%, Ocós un 98.51% y La Blanca un 92.09.
Estos altos porcentajes de electrificación reflejan el compromiso de las autoridades en mejorar la infraestructura y calidad de vida de todos los ciudadanos.