DISCURSO INTERVENCIÓN
S. E. SR. ALEJANDRO GIAMMATTEI FALLA,
PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA DE GUATEMALA
Sesión Protocolar del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos
Washington, D. C., 28 de junio de 2022
Vocativos
- Honorable embajadora Elizabeth Darius-Clark, presidenta del Consejo Permanente y representante de Santa Lucía;
- Excelentísimo señor Luis Almagro Lemes, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA);
- Excelentísimo señor Néstor Méndez, secretario general adjunto de la Organización de los Estados Americanos (OEA);
- Excelentísimos señoras y señores representantes permanentes de los países miembros de la Organización de los Estados Americanos;
- Honorables delegaciones de los observadores permanentes;
- Señoras y señores.
- Antes de iniciar mi mensaje quisiera ponerles un video que le manda el Congreso de la República de Guatemala a la OEA
Muchísimas gracias, como jefe de Estado traigo un mensaje del Congreso de la República, uno de los tres órganos, tres organismos de Estado, y a mí, en mi calidad de jefe de Estado es un honor poderme dirigir hacia ustedes y presentarme en esa sesión protocolar que convoca a los distinguidos representantes de países hermanos miembros del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, transmitiéndoles un caluroso saludo en nombre del pueblo de Guatemala y reiterándoles el inquebrantable compromiso de mi país y de mi gobierno de defender la democracia y garantizar los derechos fundamentales de todas las personas.
Agradezco muy sinceramente a la embajadora Darius-Clark, presidenta del Consejo Permanente y representante de Santa Lucía, por convocar a esta sesión, así como al secretario general, Luis Almagro, por recibirnos en la sede de la Organización de los Estados Americanos para conversar sobre el desarrollo de Guatemala frente a la coyuntura actual pospandemia.
Es importante recordar que Guatemala adoptó con firmeza la Carta de la OEA y la Convención de Derechos Humanos, asumiendo compromisos nacionales y ante la comunidad internacional.
Señora presidenta, estos compromisos se siguen cumpliendo, con la convicción y el firme propósito de consolidar cada día más una democracia sólida, en la cual el pueblo soberano pueda establecer los cimientos de su futuro próspero, en paz, que se garantice la defensa a los derechos humanos de todos los guatemaltecos.
Me complace expresar ante este consejo que refrendo la labor que desempeña la Organización de los Estados Americanos como el organismo regional más antiguo del mundo y también como el foro político de mayor relevancia en el hemisferio que, conforme a su carta constitutiva, fue creado para lograr un orden de paz y de justicia, fomentar la solidaridad de los Estados, robustecer su colaboración y defender su soberanía, su integridad territorial y su independencia.
Confío por ello en que nuestro actuar en esta organización continuará siempre con apego a la naturaleza, propósitos y principios de los Estados, como partes, hemos ido definiendo, fortaleciendo nuestros lazos de amistad en pro del bienestar de nuestros pueblos, especialmente frente a los desafíos políticos, económicos y sociales que todos estamos enfrentando.
Señora presidenta, en primera instancia y en este espacio tan importante es imperativo afirmar que Guatemala es un país soberano y democrático, que reitera su compromiso con la Convención Interamericana de los Derechos Humanos, por cuanto representa el objeto de consentimiento de los Estados que dieron origen a ese sistema.
Por lo anterior, el Estado de Guatemala contempla la preeminencia de las leyes internacionales en materia de derechos humanos, la separación de los poderes y el ejercicio de las funciones dentro de un marco de legalidad, condiciones fundamentales para la existencia de una sociedad democrática.
Se ha tomado nota del Informe Anual 2021 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), hecho público antes de su presentación oficial ante la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos del Consejo Permanente de la OEA, con lo cual se ha alterado la costumbre y tradición en cuanto a la temporalidad y a la formalidad de dicho informe.
Oportunamente, el Estado de Guatemala expresó su inconformidad de manera enérgica y lamentó la decisión de la CIDH de incluir a Guatemala en el capítulo IV de la sección B, cuando la situación actual del país en materia de derechos humanos y combate a la corrupción no corresponde y es contraria a los supuestos previstos en la citada acción de conformidad con lo que establece el Artículo 59 inciso c, relativo al capítulo IV:
Porque no se ajusta al criterio de inclusión que requiere la existencia de un “acceso discriminatorio o un ejercicio abusivo del poder que socave o contraríe el Estado de derecho”, tal y como lo indica. Tampoco existe una infracción sistemática de la independencia del poder judicial y, mucho menos, actos de insubordinación de las instituciones del Estado a la autoridad civil constituida conforme a la ley, en virtud de que el actuar de los distintos órganos de administración de justicia del país es independiente y en observancia de toda garantía constitucional y convencional.
Además, el informe no visibiliza las acciones, logros, metas alcanzados por el Estado de Guatemala. Acciones y gestiones estatales que se traducen en el esfuerzo y trabajo diligente de los empleados y funcionarios públicos, los cuales abogan por el respeto irrestricto del orden jurídico interno y el marco convencional vigente en el país. Asimismo, se demerita la inversión y el gasto del erario público, en los programas y acciones concretas para salvaguardar los derechos humanos de los habitantes o, en su caso, la reparación digna a las personas vulneradas en sus derechos fundamentales.
El apartado de Guatemala en el capítulo 4B se encuentra plagado de errores metodológicos que evidencian la falta de rigor jurídico y el sesgo ideológico que afecta a Guatemala porque: . . .
- El informe hace referencia y cuestiona resoluciones judiciales. La CIDH debe actuar en forma subsidiaria y no como una cuarta instancia dentro de las instituciones judiciales de un país. Tampoco es la CIDH revisora o juzgadora de las resoluciones internas, las cuales tienen regulados sus propios mecanismos de impugnación. Cuestionar esas resoluciones sin que haya sido agotado en el ámbito interno todos los recursos y sin que exista un informe de fondo de la CIDH bajo el sistema de peticiones y casos es una clara arbitrariedad y un error metodológico grosero.
- El informe cuestiona las investigaciones en curso contra distintos fiscales y jueces que abusaron de su poder en el fuero interno, que violaron el debido proceso y violaron los derechos humanos de muchos ciudadanos. En algunos casos, hubo personas que murieron después de 3 años de estar en prisión de estar provisional (una figura jurídica que no está reconocida en el ordenamiento legal pero que fue puesta de moda recientemente). Ese es un defecto procesal que nos dejó la triste historia de la Cicig en Guatemala. Cuestionar estas investigaciones socava nuestra institucionalidad y quebranta también el principio de subsidiariedad o complementariedad de la CIDH. Este nuevo gravísimo error metodológico evidencia un claro activismo ideológico carente de objetividad.
- En el capítulo 4B se cuestiona que Guatemala haya firmado el Consenso de Ginebra, que reconoce, tal y como lo hace la Convención Americana de Derechos Humanos, la vida desde su concepción.
¿Cómo puede la CIDH cuestionar un acto soberano de la política exterior que está en consonancia con el artículo 4 de la Convención Americana de los Derechos Humanos?
Este otro error metodológico que evidencia un claro activismo una agenda en favor del aborto que se excede de sus competencias porque la CIDH no debería ser un activista en estos temas sino respetar la soberanía y la libertad de cada Estado para decidir sobre estos temas, como la reciente sentencia que vimos aquí en los Estados Unidos al respecto.
La decisión de la CIDH contraviene el principio de subsidiariedad del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, existiendo una extralimitación en las funciones de la Comisión al ignorar los mecanismos constitucionales existentes en Guatemala para garantizar los derechos humanos a todos sus habitantes. Una vulneración semejante al principio de subsidiariedad implica el desdén de la CIDH a la democracia constitucional que existe en Guatemala.
Resulta sumamente desacertada la decisión de la CIDH de ubicar a un Estado en el capítulo 4B que, aun en sus momentos más difíciles, ha cumplido en todo momento sus compromisos en materia de derechos humanos y ha brindado a la Comisión toda la información que ha solicitado.
Deseo expresar, además, la preocupación de Guatemala por los desafíos que el actuar de la Comisión representa a la legitimidad del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, dentro de los que destaco:
- primero, la noción de la CIDH de que los Estados tienen la obligación de adecuar su normativa interna a los estándares interamericanos de derechos humanos, pretendiendo que estos se sujeten a interpretaciones de los instrumentos del Sistema Interamericano de Derechos Humanos a los cuales no se ha otorgado su consentimiento expreso, como sí ocurre con aquellos instrumentos en la materia que han sido ratificados (aceptados) por los estados, como resultado de procesos democráticos, como la Convención Americana de Derechos Humanos, entre otros.
- Segundo, la equivocada idea de la Comisión de que el “cumplimiento” de las recomendaciones es “obligatorio”, cuando el artículo 41.b de su reglamento establece la facultad de la CIDH de emitir recomendaciones a los Gobiernos de los Estados miembros para que adopten medidas progresivas en favor de los derechos humanos, pero dentro del marco de sus leyes internas y sus preceptos constitucionales. En primer lugar, la naturaleza jurídica de una recomendación no es la de ser vinculante y, segundo, la misma disposición sobre la adopción de estas recomendaciones al marco jurídico de los Estados.
Estimados representantes permanentes y delegados, es preciso que trabajemos juntos por fortalecer el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, porque la ilegalidad y el irrespeto a la normativa que se comete hoy en contra de Guatemala, mañana puede ocurrir contra de cualquiera de los países que somos miembros de la organización. Hoy somos nosotros, mañana puede ser cualquiera de nosotros.
Invito a la CIDH a reconocer y respetar la autonomía de los Estados en la protección de los derechos humanos, ajustar sus decisiones con objetividad y reconocimiento de los marcos jurídicos nacionales, sin sesgos ideológicos o políticos que polaricen a las sociedades, que hagan cesar la parcialidad sostenida e infundada en contra de Guatemala, la cual será la base para la recuperación de la confianza y la subordinación que ha caracterizado la relación del Estado con este órgano.
Confío en que las consideraciones que he hecho con total franqueza el día de hoy, como Presidente y jefe de Estado de Guatemala, serán recibidas en su justa dimensión, para fortalecer el sistema interamericano que todos hemos construido y no sea usado como un método perverso para entronizar ideologías o proteger a personas que deben ser juzgadas con el debido proceso que se enmarca en nuestras leyes, y demostrar su inocencia sin injerencias en los procesos que se encuentran en una fase primigenia.
Señora Presidenta,
Cuando un país recibe una nota de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en la que le expresa a uno que lo van a poner a uno en el capítulo 4B si uno no los invita a una visita “in locus”, eso es una extorsión, eso no es la forma en que está reglamentado. Cuando lo condicionan a uno al decirle “si no me invita lo voy a castigar” y ahí está esta nota, eso significa una amenaza y una extorsión. Y nosotros no permitimos ni la amenaza ni la extorsión, y estamos en un capítulo que no nos corresponde estar.
Recordemos un viejo refrán: “Hoy por ti, mañana por mí”.
Señora presidenta,
Pasando a otro tema relevante, quisiera referirme al sentido de urgencia que enfrenta nuestro hemisferio frente a los efectos del cambio climático y los desastres naturales, que repercuten en una situación de constante y permanente reconstrucción y recuperación de los daños cada vez más costosos y que impiden a los Estados cumplir con los programas y acciones que tiendan a mejorar los índices de desarrollo humano.
A mi país se le reconoce a nivel global como uno de los 10 países con mayor vulnerabilidad ante el cambio climático. Por este motivo, es importante destacar que Centroamérica, así como el Caribe, somos la región más vulnerable y amenazada por el cambio climático, ya que genera graves consecuencias e impactos en nuestro desarrollo.
Un ejemplo de ello es la alta vulnerabilidad que caracteriza a Guatemala que se vive actualmente en esta la temporada lluviosa que durante las últimas 3 semanas dos sistemas de tormentas tropicales nos dejaron afectados a 180 mil guatemaltecos, destruyendo viviendas, carreteras y puentes, y se perdieron cosechas, y lamentablemente se perdieron vidas, muchas de ellas que no han sido logradas ser encontradas. Se prevé que esta situación pueda empeorar, de acuerdo con los pronósticos meteorológicos para el segundo semestre del año.
Por ello, fue necesario decretar un estado de calamidad pública la semana pasada, medida que permitirá implementar acciones urgentes para salvaguardar la vida e integridad de los guatemaltecos ante los daños provocados por las lluvias en nuestro país derivados de las tormentas Celia y Blas.
Frente a los efectos desproporcionados que generan estas situaciones de emergencia, consideramos vital que nos comprometamos todos a trabajar bajo el principio de responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y de esa forma lograr mayor resiliencia en nuestros países.
Por ello, es fundamental favorecer el acceso a las fuentes de financiamiento en condiciones propicias y promover la acreditación de entidades nacionales, públicas y privadas, ante los fondos de cooperación para el cambio climático, para la obtención de recursos financieros que impulsen el diseño y/o implementación de estrategias y medidas de mitigación y adaptación.
En ese sentido, valoramos que la OEA aborde muy oportunamente esta problemática, celebrando el Encuentro Hemisférico sobre Resiliencia ante Desastres, que se llevará a cabo precisamente mañana en este Salón de Las Américas. Confiamos en que esta iniciativa, que mi país ha respaldado desde el inicio, permita un diálogo interactivo entre organismos subregionales e internacionales, así como los aliados estratégicos de la OEA, para garantizar y profundizar sobre las vías de cooperación para dar una respuesta integral y eficaz al flagelo común de los desastres que nos golpean incesantemente.
Señora Presidenta,
Estamos conscientes de las complicaciones que genera el cambio climático con el incremento significativo de la inseguridad alimentaria y nutricional, por lo que ese debe ser un tema que “nos preocupe pero que también nos ocupe” a todos en la región, considerando sus causas estructurales: la pobreza y la pobreza extrema.
Mi gobierno ha encaminado sus pasos a colocarlo como una prioridad en la agenda nacional. Contamos con múltiples iniciativas, estrategias y políticas que buscan mejorar la salud y nutrición de la población guatemalteca, con énfasis en la niñez menor de 5 años, preescolar y escolar, mujeres en edad fértil y población rural e indígena especialmente de quienes viven en pobreza y pobreza extrema.
Lanzamos la Gran Cruzada Nacional por la Nutrición, que busca unir a todos los sectores del país con la finalidad de mejorar la nutrición de las familias guatemaltecas.
Señora Presidenta,
Las problemáticas a las que me he referido y que nos aquejan no pueden desvincularse unas de otras. Cuando las personas no se encuentran en un entorno estable, y carecen de recursos y condiciones adecuadas para acceder a alimentos, entre otros, se genera la migración de las poblaciones hacia otros destinos.
Si bien, la realidad migratoria actual es compleja, Guatemala, como un país de origen, tránsito, destino y retorno, se ha comprometido a que todas sus acciones estén enfocadas en principios de pleno respeto a los derechos humanos de las personas migrantes y reconocemos la importancia de abordar las causas multidimensionales de la migración, de manera conjunta e integral con en toda la región, bajo un enfoque de responsabilidades compartidas, que permitan la construcción de verdaderos muros de prosperidad en cada país. Además de contar con iniciativas que permitan favorecer una migración segura, ordenada, regular, circular pero sobre todo optativa.
Por ello, apostamos por llevar a cabo iniciativas dirigidas a fomentar el desarrollo económico y la generación de empleo, y a frenar la migración irregular, como parte de las prioridades nacionales, dentro del Plan de Desarrollo Integral (PDI) del que también forman parte México, El Salvador y Honduras.
Señora Presidenta,
Deseo reiterar que para mi gobierno el derecho a la salud y la vida es una prioridad. Nuestra Constitución Política de la República indica: que toda persona tiene derecho a que se respete su vida, a partir de la concepción y hasta su muerte natural; en tal virtud, el año pasado nos adherimos a la Declaración del Consenso de Ginebra, sobre el fomento de la salud de las mujeres y el fortalecimiento de la familia, y hemos sido declarados orgullosamente la Capital Provida de Iberoamérica.
En este marco, hago un llamado a este honorable Consejo Permanente a que todos seamos respetuosos de los marcos jurídicos internos de cada Estado, y se evite la descalificación de esfuerzos nacionales para la protección y promoción de los derechos humanos de sus habitantes.
También es fundamental para mi gobierno mejorar las condiciones de vida de las mujeres y niñas y el combate a la discriminación y la violencia contra ellas.
Señora Presidenta,
Guatemala está a las puertas de iniciar un proceso electoral, en el cual todos los guatemaltecos tendrán la oportunidad de emitir el sufragio de manera libre, universal y secreta, como parte de la expresión de la soberanía del pueblo, respetándose la pluralidad de los partidos y organizaciones políticas y la separación e independencia de los poderes públicos. Incluso estamos trabajando fuertemente para fortalecer la participación electoral de nuestros conciudadanos en el exterior.
Sin embargo, reitero que el respeto a la integridad, la libre determinación de los pueblos, la democracia y el fortalecimiento de las instituciones son principios internacionales fundamentales que debemos tener presentes siempre. No podemos permitir que desde el exterior pensamientos distintos o tendencias que no compartimos pretendan debilitar maliciosamente nuestros principios.
¡Hemos trabajado arduamente, sin descansar! ¡Y mi compromiso ha sido contribuir al desarrollo de mi bella Guatemala!
Señora Presidenta,
Hemos logrado avances en la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada transnacional; fortaleciendo medidas de seguridad y control terrestre, marítimo y aéreo en todo el territorio nacional; hemos ampliado el número de incautaciones de drogas, así como la identificación de trazas aéreas, cuyos orígenes y sus destinos en cifras sin precedentes para nuestro país.
Solo en el año 2022, debido a diversos operativos institucionales, se ha logrado la incautación de más de 1,200 kilos de cocaína, 3 mil 160 libras de marihuana procesada, más de 2 millones de matas de marihuana en cultivo y se ha erradicado más de 9 millones de matas de amapola, entre otras drogas.
Se ha logrado ampliar el número de personas extraditadas por su vinculación al narcotráfico. Dese el año 2020 a la fecha han sido extraditadas 82 personas por narcotráfico y 21 personas por otros delitos, una cifra histórica en el país.
Reiteramos la importancia de que los Estados miembros de esta organización ratifiquemos el Tratado de San José, el acuerdo que promueve las medidas de cooperación en materia de seguridad marítima. Además, facilita la interdicción de drogas y representa una fortaleza en tiempos de emergencia y desastres naturales, sin menoscabar la soberanía de los países signatarios.
Saludamos los esfuerzos que se siguen haciendo para dar respuesta a esta problemática hemisférica, desde los grupos de trabajo de la CICAD como el intercambio de experiencias y medidas de fomento de la confianza bajo el liderazgo de la Junta Interamericana de Defensa.
Expreso mi sincero agradecimiento a la Secretaría General de la OEA, por la implementación del Programa Integral para el Fortalecimiento de la Seguridad Multidimensional en Guatemala, y en la que distintas instituciones del Sistema Nacional de Seguridad y otras entidades del Estado han tenido acceso a la cooperación y asistencia técnica, a través de la capacitación y el entrenamiento.
En relación a este programa, Guatemala puso a disposición de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD) una importante contribución en dólares como contraparte nacional para la ejecución de capacitaciones en materia de inteligencia operacional para la investigación y control del narcotráfico, tendiente a contrarrestar de forma efectiva la venta y la distribución ilegal de precursores químicos y sustancias controladas, y la importación ilegal de estos.
Guatemala destaca la importancia de continuar fortaleciendo los mecanismos hemisféricos en materia de ciberseguridad y ciberdefensa, como el C-SIRT Américas, que contribuyen al monitoreo, la prevención, intercambio de información y resiliencia institucional. Guatemala participa desde dos perspectivas en este mecanismo: desde el centro de respuestas a incidentes cibernéticos GT-CERT y el Batallón de Ciberdefensa. Además, contamos con el Comité Nacional de Seguridad Cibernética (Conciber), que asesora al Consejo Nacional de Seguridad.
Señora Presidenta,
En lo que respecta a gobernabilidad, transparencia y lucha contra la corrupción, Guatemala continúa trabajando en la implementación de las recomendaciones emitidas por el Comité de Expertos, del Mecanismo de Seguimiento para la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (Mesicic), con el fin de fortalecer la gobernanza, principalmente en la prevención y lucha contra la corrupción.
Tras la visita de la Misión Especial de la OEA, en noviembre de 2020, Guatemala ha dado especial seguimiento a la atención de las recomendaciones contenidas en el Informe, en particular en la implementación, desde la Comisión Presidencial contra la Corrupción al Plan de Acción para el “Fomento de la institucionalidad democrática y lucha contra la corrupción en Guatemala”.
A través de la referida Comisión y la Comisión Presidencial de Gobierno Abierto y Electrónico, hemos apostado por la gobernanza transparente que refuerce la democracia y el desarrollo, promoviendo la eficiencia y efectividad de la institucionalidad pública, mediante buenas prácticas de transparencia activa, acceso a la información pública, rendición de cuentas, transparencia y probidad en el desempeño de la función pública, así como en el sistema de alertas y denuncias de corrupción.
Estimados representantes,
Tengan la seguridad que Guatemala no se detiene, que avanza con una agenda hacia la recuperación, reconstrucción, seguridad y desarrollo. Somos la economía más resiliente de las Américas y la más grande de Centroamérica, según nuestros indicadores macroeconómicos favorables, confirmados por las tres principales agencias calificadoras de riesgo, lo que nos proyecta como un ambiente ideal y confiable para invertir.
Además, estamos comprometidos con el rol de continuar contribuyendo en los procesos de desarrollo de la región y nos enorgullecemos de promover la Cooperación Sur–Sur, al compartir nuestro catálogo de oferta de cooperación internacional, que presenta una cartera de prácticas exitosas vinculadas a la dimensión social, económica y ambiental del desarrollo sostenible.
A través de este catálogo, sumamos nuestra voluntad de adhesión al estilo de la cooperación basado en el multilateralismo y la participación simétrica de todos los países en nuevos esquemas de cooperación para el desarrollo. La oferta sectorial que Guatemala coloca a disposición de la región se basa en los principios de horizontalidad, consenso y equidad.
Señora Presidenta,
Refrendamos la labor realizada conjuntamente con nuestro hermano país de Antigua Barbuda, al promover la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA donde adoptamos y copatrocinamos la resolución de la “Suspensión del estatus de la Federación de Rusia como observador permanente ante la Organización de los Estados Americanos (OEA)”, “hasta que el Gobierno ruso cese sus hostilidades, retire todas sus fuerzas y equipos militares de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas y vuelva a la senda del diálogo y la diplomacia”, manteniéndonos líderes frente a las agresiones infundadas al hermano país de Ucrania. ¡Y nos mantendremos firmes frente a esta invasión ilegal a un país soberano!
Es por ello que reitero el interés primordial de destacar que Guatemala es un país con vocación pacifista, promotor de la democracia, respetuoso del estado de derecho y de los principios constitucionales y la defensa de la soberanía.
Guatemala reafirma su compromiso de seguir trabajando con toda la región con el fin de lograr una prosperidad económica, seguridad, derechos humanos y dignidad de todos los pueblos. El espacio de diálogo que ofrece la Organización de los Estados Americanos es hoy más oportuno que nunca, bajo un espíritu solidario que permita avanzar en la consolidación de nuevas formas de relacionamiento a nivel regional.
Concluyo agradeciéndoles a todos su atención, que Dios bendiga al hemisferio, pero especialmente que Dios bendiga a Guatemala.