El precio de los combustibles registró una disminución entre 12.7% y 24.1%, al comparar los valores en las bombas de las gasolineras en modalidad autoservicio en la capital, del 2 de enero respecto al 14 de diciembre monitoreados por el Ministerio de Energía y Minas (MEM). El producto refinado con mayor baja fue el diésel.
Guatemala, 21 de diciembre de 2015. A inicios de año, la gasolina superior se cotizó a Q23 el galón y el 14 de diciembre se comercializaba a Q20.07; es decir, una reducción de Q12.7%. No obstante, en el transcurso del año se registró un encarecimiento en el primer semestre que llevó a este producto a venderse hasta Q27.02 en la primera semana de julio y luego volvió a tener una tendencia a la disminución.
De manera similar, la gasolina regular se expendía a Q21.52 en enero y a mediados de diciembre bajó a Q18.59, un abaratamiento de 13.6%. Este combustible también tuvo un comportamiento al alza en el primer semestre del año, y llegó a tener un precio de Q25.54 en la primera semana de julio y luego comenzó a reducirse.
El diésel bajó de Q20.54 en enero a Q15.59 a mediados de diciembre, una reducción de 24.1%, y en el séptimo mes de 2015 alcanzó su máximo de Q20.52 (vea: A la baja).
El director de Hidrocarburos del MEM, Luis Ayala, consideró que este comportamiento es congruente con el mercado internacional, que ha mostrado alzas y bajas. Recordó que no se puede comparar la caída del crudo con el mercado de productos refinados.
Fausto Velásquez, gerente de Ventas de Uno Petrol, licenciataria de la marca Shell en el país, explicó que, en el mercado internacional, el precio del crudo pesa un poco menos de la mitad del valor del producto refinado. El resto está relacionado con los costos de los aditivos, la operación de las refinerías, transportes terrestres y marítimos y los aspectos geopolíticos.
Después de eso, comienzan las variaciones en cada país, de acuerdo con los impuestos propios y otros factores.
EL PESO DE LOS IMPUESTOS
En Guatemala, el MEM estima que, del precio de la gasolina súper, el 48.7% corresponde al precio CIF, un 10.6% al margen del importador, 6.9% al margen del expendedor y el 3.1% a otros gastos. El resto, 30.6% corresponde a los tributos (12% del impuesto al valor agregado y el específico a la distribución de combustibles –IDP–, que es un valor fijo Q4.70 por cada galón).
En porcentajes similares se comporta la regular, en donde el 31.8% del precio corresponde a impuestos. Este combustible paga un IDP de Q4.60 por galón.
El diésel, por ser sensible principalmente para el sector transportista, paga un tributo de Q1.30 y el gas propano para carburación paga Q0.60 por galón, ya que el utilizado por las amas de casa está exento.
Por ejemplo, si a la gasolina súper se le eliminara el impuesto, el precio al público sería de Q15.37, la regular de Q13.99 y el diésel en Q14.29.
Velásquez señaló que hay aspectos fijos, como impuestos, que no permiten una disminución grande en el precio de los combustibles. “Si quitáramos ese factor, el costo del producto sería más bajo”, agregó.
No obstante ello, entre mayo de 2014 y diciembre de 2015, el precio de los combustibles se ha abaratado un 40% a 45% y por momentos hay períodos de alzas y luego se abarata.